La cantidad de agua producida por los sistemas de purificación de los laboratorios, en ocasiones es insuficiente para la demanda que deben suplir, por lo que se utiliza el almacenamiento de agua pura (tipo II), para la producción de agua ultrapura (tipo I). 

No obstante, el agua pura puede absorber impurezas durante el almacenamiento, situación que aumenta en la medida que transcurre el tiempo, debido a la existencia de múltiples fuentes de contaminación en el laboratorio. Esta contaminación, que puede presentarse bajo la forma de iones, gases, bacterias, endotoxinas, sílice, puede filtrar a través de las paredes de los depósitos de agua y llegar hasta el agua almacenada. Incluso, la contaminación puede provenir del propio recipiente. 

En el sector farmacéutico se realizan esfuerzos para reducir la degradación del agua pura, utilizando técnicas como la recirculación a través de lámparas ultravioleta y filtros esterilizantes, entre otros. No obstante, estos métodos ofrecen una efectividad variada, son costosos y no son compatibles con los sistemas de purificación de agua de un laboratorio, diseñados para producir en un rango de 10 a 200 litros por día. 

Características de los envases para el almacenamiento del agua pura

Deben utilizarse contenedores apropiados y muy limpios, con el fin de evitar una contaminación posterior del agua. Se recomienda el uso de polietileno de alta densidad (HDPE), para el almacenamiento del agua pura, antes de pasar a una etapa posterior de purificación.  

Los recipientes deben ser opacos, con una pared interior lisa que dificulte el crecimiento bacteriano; el material del envase debe ser resistente a la lixiviación y a la corrosión, que permita el mantenimiento de la calidad del agua pura durante el almacenamiento, en términos de resistividad, valor TOC y contenido bacteriano. 

Consideraciones sobre el almacenamiento del agua ultra pura

Por lo general, no se recomienda el almacenamiento del agua ultra pura, debido a que es altamente reactiva cuando se expone al aire. Su calidad se reduce de manera rápida, cuando se une con el CO2 para formar ácido carbónico, carbonato o bicarbonato, que promueven un cambio en el valor de pH del agua. 

Así mismo, el agua de alta pureza presenta una afinidad alta por los productos químicos del entorno; puede absorber de manera fácil, los productos químicos de los contenedores y de las tuberías de almacenamiento, así como los vapores químicos del aire del laboratorio.

Los envases de polietileno, botellas de lavado y las botellas de vidrio que se utilizan de manera regular para el almacenamiento de agua en los laboratorios, pueden filtrar moléculas orgánicas en el agua ultra pura almacenada. Esto promueve que el agua no pueda ser utilizada para análisis sensibles. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que la calidad de un análisis como la cromatografía líquida de alto rendimiento, disminuye cuando se utiliza agua ultra pura que se ha almacenado durante algún tiempo, en un recipiente de polietileno. 

Por lo tanto, se recomienda utilizar agua ultra pura inmediatamente después de su producción. Uno de los beneficios de contar con un sistema de purificación en el laboratorio, es la capacidad de producir agua ultrapura por demanda. Sin embargo, si no tiene otra opción, asegúrese siempre de que sus aparatos y recipientes de almacenamiento sean apropiados.

Alternativa para el almacenamiento de agua ultrapura

El almacenamiento del agua ultrapura resulta un desafío para los laboratorios, debido a que se ha demostrado que la calidad del agua se degrada con el tiempo de almacenamiento. Esta degradación ocurre por la contaminación del agua, que puede provenir de diversas fuentes, incluso del recipiente y de la entrada de aire al envase de almacenamiento.

Recientemente, se ha realizado un avance importante en el estudio de materiales para los envases de almacenamiento de agua y en el diseño de los mismos.  Los estudios han mostrado que, con el uso de polietileno y una técnica de elaboración adecuada, se pueden obtener contenedores de muy buena calidad para el almacenamiento de agua purificada. 

Así mismo, se han incorporado a estos sistemas de almacenamiento, radiación ultravioleta y un filtro de ventilación, lo que ha permitido la eliminación de la proliferación bacteriana en las paredes del envase y ha evitado la entrada de aire contaminado dentro del contenedor.

Estos estudios han concluido que, con el uso de materiales apropiados, un diseño adecuado, así como la incorporación de un filtro de ventilación optimizado y una lámpara ultravioleta bactericida, es posible mantener la calidad del agua de alta pureza, durante el almacenamiento. 

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