Procedimientos necesarios para el mantenimiento de un refractómetro de laboratorio en condiciones óptimas

El mantenimiento de un refractómetro de laboratorio es una operación extremadamente importante para asegurar la exactitud y precisión de los resultados de la medición. La limpieza de los componentes exteriores, la calibración interna y el mantenimiento preventivo son algunos de los pasos necesarios para mantener el refractómetro en condiciones óptimas. En caso de duda, siempre se recomienda consultar al fabricante del instrumento para aconsejar sobre la forma correcta de proceder.

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Limpieza

El mantenimiento de un refractómetro de laboratorio es un aspecto importante para mantener condiciones de trabajo óptimas. Una buena práctica para asegurar el buen funcionamiento de un refractómetro es realizar un mantenimiento preventivo regular. Esto implica un conjunto de procedimientos relacionados con el limpiado y mantenimiento rutinario de los componentes interiores o exteriores del instrumento. Este artículo discutirá los procedimientos necesarios para el mantenimiento de un refractómetro de laboratorio en condiciones óptimas.

Es necesario limpiar el exterior del refractómetro antes de un uso sucesivo. Los restos de materia orgánica, líquidos y otros residuos en la superficie del instrumento deben ser removidos antes del uso inicial. Es importante tener en cuenta que la limpieza con productos abrasivos o productos químicos corrosivos puede dañar el acabado del instrumento. Por este motivo, se recomienda utilizar solo agua tibia y un suave detergente líquido sin alcohol. Un paño suave de algodón en buen estado es adecuado para el procedimiento de limpieza. La limpieza con una solución de agua jabonosa con éter puede ser necesaria si el refractómetro está expuesto a un ambiente particularmente sucio como la industria alimentaria.

Calibración y Mantenimiento Preventivo

La calibración es un proceso recomendado para controlar la exactitud y precisión de los resultados obtenidos tras la medición. Esto se debe realizar al menos una vez al año, pero puede ser necesario una calibración adicional si hay cambios en el ambiente o si el refractómetro ha estado expuesto a temperaturas extremas. La calibración debe ser realizada siempre por personal cualificado y seguir los lineamientos dados por el fabricante.

Otro paso importante para mantener el refractómetro en condiciones óptimas de uso es el mantenimiento preventivo. En este sentido, se recomienda revisar la limpieza de los optodatos e incluso el alineamiento óptico. Esto debe hacerse una vez al año como mínimo, preferiblemente antes de la temporada de uso más intensivo. Otra tarea importante es la limpieza y lubricación de los puntos de contacto mecánicos, un procedimiento recomendado especialmente si el refractómetro ha estado sometido a condiciones de trabajo más extremas, con una mayor frecuencia de uso y traslado.